domingo, 13 de septiembre de 2009

Capítulo 7 - Confianza

Ese Nick quería humillarme, verme loco de celos e histérico. Claro, por eso me presentó a Lucy. “Pues le voy a hacer quedar como un idiota” pensé. Mantuve la calma. Me acerqué a ellos tranquilo, para que no me oyeran, y me quedé mirándolos, pacientemente, esperando a que se percataran de que estaba ahí.
De repente Lucy me vio:
-¡¡¡JACK!!!
-¡Hey! Tranquilos, por mí no os cortéis, podéis seguir- Nick, que al principio sonreía, se quedó atónito, no esperaba que reaccionara así, justamente lo que yo quería.
-Jack. Ha sido un accidente- pobre Lucy, no sabía que decir.
-Tengo curiosidad, ¿cómo sucedió? ¿Tropezaste y chocasteis los dos?
-Escucha, cariño, escucha- estaba nerviosa, lo noté-. El beso no significó nada..., ensayábamos para una obra de teatro. Somos los protagonistas.
-¡¿En serio?! ¿Pero no fue accidente?- no me creí nada- ¿Y el guión?
-¿Cómo?- no se esperaba que preguntara eso- ¿El guión? Eh... No... no nos hace falta, nos lo sabemos bien...- afirmó.
-Sí, ya veo que esa parte la habéis aprendido muy bien.
-Jack, por favor, créeme- se puso melosa-. Yo nunca te mentiría, lo sabes.
No podía creerla, pero tampoco perderla. La quería demasiado y, después de todo, hay que aprender el perdón e intentar olvidar. Hice exactamente lo que os estáis imaginando, fingí creerla:
-Te creo- dije fríamente.
-¡¿En serio?!- le salió del alma, eso es lo que yo llamo lapsus lingüe- Digo... ¡Oh, cariño, te quiero muchísimo, gracias!- me besó efusivamente toda la cara.
Descarado, pero me limité a abrazarla.
Miré mi reloj “Los del equipo ya se habrán ido del vestuario”
-Querida, me tengo que ir a hacer una cosa. Luego nos vemos- la besé, y a pesar del fuego que ella desprende sentí frío, aunque seguía viendo su aura, que me tenía hipnotizado.

Corrí como si me persiguiera el mismísimo Diablo, tenía un ex-amigo que descolgar.
Cuando llegué, ahí estaba, desahogando las lágrimas mientras intentaba bajarse sin éxito.
-Yo puedo ayudarte.
Me miró como si fuera un fantasma. Se secó rápidamente las lágrimas y me dijo:
-Querrás decir pudiste ayudarme. Además, ¿qué haces aquí? El espectáculo ya terminó hace rato.
-Como he dicho, vengo a ayudarte.
-No necesito tu ayuda ¡FUERA!
-Mmmh... Te encuentras en una interesante situación- me acerqué a él-. ¿O me equivoco?
-Vete.
-Como quieras. Respetaré tu decisión- me dirigí a la salida de los vestuarios-. ¡Adiós!
-¡Espera!- desde que entré ahí, esa fue la primera vez que alzó la vista para mirarme.
-¿Si?
-No me puedo creer que te diga esto...
-¿El qué?
-Ayúdame.
-Eso pensaba.
Me acerqué a él, le descolgué y le lancé una toalla mojada para que se quitara las pintadas.
-Gracias- dijo- por ayudarme, pero, ¿porqué no hiciste nada cuando estaban todos?
-Porque soy un... un...- no sabía qué decir.
-Un qué.
-Un filisteo- sí, era la palabra perfecta para hacer las paces con mi ex-amigo.
Funcionó. Primero me miró perplejo, pero no pudo contener la risa, le salió como una liberación, como si esperara un momento así desde hace tiempo. Yo también reí, por supuesto.
-¡Jajaja! ¿Ya sabes lo que significa?- preguntó-, porque tu respuesta de “No, yo soy cristiano”...
-Sí, al irme fui a la biblioteca para consultarlo. No podía quedarme con la curiosidad.
-Te lo dije- me reprochó-, te dije que eras un filisteo.
-¿Sabías que es de mal gusto echar las cosas en cara?
-Cierto, ¡jajaja!
-¿¿¿Ves???- reproché.
-No empecemos un círculo vicioso...
Reímos. Pero de repente recordé por qué no nos habíamos hablado en los últimos meses:
-Tío, te debo una explicación.
-Cierto- de repente se puso muy serio.
-Cierto es que me olvidé de una cosa- comencé-, pero fue de avisarte que pasaría todo el verano fuera, con mi familia, porque no quería pasar otro verano como el anterior. Sólo eso y nada más.
-¿En serio? Entonces eso quiere decir que me comporté como un capullo, lo siento amigo.
-Yo sí que lo siento, no debí decir todo aquello que te dije, pero es que en ese momento me sentí tan...
-Sé como te sentiste- me cortó-. ¿Amigos de nuevo?
-Claro.
Nos abrazamos.
Le conté lo de Lucy, y que teníamos problemas, ya que la última vez que la besé hubo frío. Chris puso especial interés en este tema:
-Eso es que ya no te quiere- soltó secamente.
-¡Pero yo la amo!
-Y qué- replicó-. Que la ames no significa que ella sienta lo mismo por ti.
-Entonces, ¿qué debo hacer?- le pregunté.
-Sencillo. Si no quieres quedar como un iluso- dijo-, lo que debes hacer es hablar con ella...
-Y decirle...
-...y decirle que te has dado cuenta de que no la quieres y cortar por lo sano- explicó-. Sé que será difícil para ti, pero es lo mejor que puedes hacer para no quedar como un imbécil ante una mujer que no te quiere y te ha sido infiel.
-Supongo que tienes razón. Oye, te lo agradezco, tío. Me alegro de que nos hayamos reconciliado.
-Sí, yo también- dijo meditabundo-. Supongo que irás a hablar ahora con Lucy, ¿no?
-No, hoy no. Por el día de hoy ya estoy servido de problemas- bromeé un poco, pues intentaba ver un ápice de alegría en la cara de mi amigo- ¿Te encuentras bien?
-Sí...- se le iluminó la cara de repente-, estoy perfectamente- murmuró mirando al infinito.
-¿En qué piensas?
-En Lu... zzz, en luz, pienso en la luz, sí.
-¡¿LUZ?!-exclamé.
-Es que esta mañana se fue la luz en casa.
-Aaaah...- no me fié mucho de lo que dijo, pero en ese momento hice como que no pasaba nada.

Al llegar a casa pensé en todo lo que había pasado con Chris, y llegué a la conclusión de que era increíble que acababa de reconciliarme con mi amigo y ya desconfiaba de él “Pero no” me dije “¡NO!, él es mi amigo y la confianza es la base de todo” Seguí creyéndole, pero en mi cabeza se me amontonaban ideas como “¿Y si intenta convencerme de lo que debo hacer para que él...?” Pero luego otra vocecita me decía “¡Loco! ¡¿Cómo puedes pensar eso?!”
Así que de repente me di cuenta de que no confiaba en nadie.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Capítulo 6 - Soy "de esos tipos"

A partir de entonces todo fue perfecto, pues mi nuevo plan salió a pedir de boca: tenía la novia perfecta, en el instituto era un triunfador y mis notas eran mediocres, pero aceptables. Cualquiera habría dicho que yo era uno “de esos tipos”, es decir, de esos populares, que van con chicas guapas, que miran al resto como si fueran insignificantes, que abusan de los más débiles y manejan a otros para sus propios fines, si, ése era yo, y era feliz, o al menos eso creía porque no me daba cuenta de que estaba viviendo en una burbuja.

Ya llevaba saliendo con la mujer de mi vida 5 meses, cuando un día me choqué con Chris por los pasillos y el demonio de lo perverso me incitó a tirarle todo lo que llevaba en las manos (que era mucho) al suelo (no me interesaba hacerle daño, sólo fastidiarle). El se puso enfrente mío y me gritó:
-¡Eres un filisteo[1]!
Yo me quedé perplejo. En ese momento no sabía que quería decir esa palabra hasta que posteriormente lo consulté en un diccionario de la biblioteca, así que le solté:
-¡No! ¡Yo soy cristiano!
Mis amigos llegaron en ese momento. Pensaron que Chris había “osado” a meterse conmigo, así que le agarraron y le llevaron a los vestuarios. Me siento obligado a volver a recordarles que yo no tenía intención alguna de hacerle daño, sólo molestarle perversamente. Decidí seguir a mis amigos para ver que hacían con él. Una vez allí le insultaron, le empujaron y le colgaron de uno de los percheros, levantaron su camisa y le pintaron el pecho con spray. Pensé en ayudarle, QUERÍA ayudarle, pero algo me lo impedía. Miré la escena con impotencia. Mis ojos vieron la humillación de mi ex-amigo. Me di cuenta de que él quería llorar, pero no iba a dar esa satisfacción a mis compañeros.
Huí de allí, no podía aguantar más. Fui a la biblioteca para estar tranquilo y buscar qué quería decir la dichosa palabra “Filisteo”, así me mantuve entretenido un rato. Por lo que leí, en efecto, era un filisteo. Cuando terminé, me dirigí hacia la salida del edificio, pero en una esquina vi algo que no pude comprender.
Lucy.
Lucy Barker.
Mi Lucy.
Besándose con Nick.
IMPOSIBLE.


[1] Filisteo: Dícese de persona despreciable o vulgar que se cree superior o de mayor inteligencia que los demás.demás.