domingo, 6 de junio de 2010

Capítulo 12 - Ilógico

Me desperté de golpe y miré mi reloj “Oh, no... Las 3:30, se supone que hace una hora que he salido del colegio”. Corrí a casa con una escusa en mente, no podía llegar y decirles “He llegado tarde porque me he adormilado en un tejado y posteriormente en un árbol, en distintos lugares, dos veces”, pero es que es la verdad...

Al llegar lo que dije es que me entretuve mirando material escolar en el centro del pueblo. Por supuesto me creyeron. Lo que me pilló por sorpresa fue que mi madre me preguntó si estaba más pálido que esta mañana. Me miré al espejo y vi el mismo reflejo deprimente de esta mañana:

-No- dije extrañado-, me veo igual que al levantarme hoy. Lo que pasa es que no te has fijado demasiado, mamá, este verano no he tomado mucho el sol y te das cuenta ahora.

Dejé a mis padres en el salón con sus cosas y yo subí a mi habitación. No sé porqué estaba un poco más cansado y menos hambriento de lo habitual. Me conecté al ordenador para ver si alguien de clase me podía decir si habían mandado deberes del colegio. Me hablaron muchos compañeros y me dijeron demasiadas cosas, pero yo sólo podía pensar en el árbol.

Intenté buscar una razón lógica y racional de por qué había crecido ahí un árbol y por qué podía ser Lucy. Tampoco se me quitaba la descabellada idea de la cabeza de que mantenía a Lucy con vida.

-No tiene sentido- me dije a mí mismo-. Sana y llanamente no tiene sentido. Analicemos la situación- comencé a hablar solo-. Lucy muere porque mi mejor amigo la mata por accidente (triste, o cuanto menos deprimente). La entierra donde nadie pueda encontrarla, donde termina el campo de las afueras y comienza la niebla, nadie se atreve a ir allí, nadie salvo yo. En todo el verano no paso por dicho lugar. Vuelvo hoy por un pálpito y me encuentro un árbol, cuando este pueblo tiene fama de que NUNCA crecen árboles. Además la intuición me dice que ese árbol mantiene a Lucy con vida- reflexioné unos segundos- ¿Es, acaso, posible encontrar lógica a todo esto? ¿Puede haber una razón racional para explicar los hechos sucedidos los últimos meses? Será mejor que no me esfuerce. Esto es como la infinidad del universo, algo en que la mente humana no tiene capacidad de entender. Estas cosas sólo me pasan a mí ¿Por qué me meto en estos líos? ¡¿Qué te he hecho yo para que me odies tanto?!- clamé mirando al techo.

En ese momento se me ocurrió que el mejor lugar para pensar y meditar sería el campo de las afueras, irónico.

Para ir más rápido cogí mi bicicleta. Creo que mis padres querían decirme algo, pero no me paré a escucharles. Pedaleé con todas mis fuerzas para llegar cuanto antes. Sentí cómo el viento acariciaba mi cara mientras veía en mi mente una y otra vez la imagen del árbol.